El mundo que conocemos y en el que vivimos viene a ser como un laberinto con múltiples pasadizos: caminos que no conducen a ninguna parte, caminos que se complican y se ramifican dando lugar a más caminos; largos callejones que nos llevan a diferentes clases de queso, etc. Y, ¿cuál es tu objetivo en este escenario? Recoger el queso, claro. Pero no es nada fácil. Y más cuando la forma del laberinto y el lugar del queso pueden cambiar. Por eso, en forma de fábula, aparecen cuatro personajes que representarían diferentes perfiles humanos.